Breve introducción a la mitología griega

"Un mito es un relato tradicional que refiere la actuación memorable y ejemplar de unos personajes extraordinarios en un tiempo lejano y fabuloso." (Carlos García Gual)

La mitología griega se compone de una innumerable cantidad de relatos y leyendas protagonizadas tanto por seres majestuosos como divinidades y héroes pero también por seres monstruosos (véase Polifemo…)

Los mitos proporcionaron a los antiguos griegos las explicaciones necesarias para “entender” su mundo, al menos hasta la Época Clásica (s. V a.C.).

Basándose en los relatos mitológicos eran capaces de dar explicación a los fenómenos naturales (asociando la lluvia y el rayo a Zeus; los fenómenos producidos en el mar a Poseidón), a las tradiciones (asociando los rituales de los sacrificios a Prometeo), o a las instituciones como el Areópago o “colina de Ares”.

Pronto la mitología se convirtió en la sui generis religión griega, cuyas bases se perfilan en la épica arcaica de Homero (Ilíada y Odisea) y de Hesíodo (Teogonía). En estas obras se observan las principales características de los dioses:

• -Antropomórficos: los dioses tienen aspecto humano, ahora bien son seres majestuosos, de mayor estatura e inmortales.

• -Tienen sentimientos humanos: los dioses sufren, se enamoran, sienten la alegría, la tristeza…

• -Están organizados jerárquicamente. La organización de los dioses Olímpicos es paralela a la organización político-social de la civilización micénica.

Los hombres se realacionan con los dioses a través de oraciones, sacrificios, que pueden ser cruentos e incruentos, y ofrendas, individuales o colectivas. Los lugares en los que se depositaban estas ofrendas y se hacían la mayoría de sacrificios eran los templos. 
Los templos, magníficos ejemplos de la arquitectura clásica griega, no eran tanto lugar de culto como vivienda “terrenal” de los dioses. 
Los griegos erigieron templos a cada dios, entre los más conocidos se encuentran el templo de Ártemis en Éfeso,  el templo de Apolo en Dídyma, el templo de Hera en Paestum, el de Zeus en Olimpia, sin embargo destaca sobre todos ellos el Partenón, templo consagrado a Atenea sito en la Acrópolis de Atenas.

Reconstrucción del templo de Ártemis en Éfeso.

Reconstrucción del templo de Zeus en Olimpia.

Partenón, Atenas.

Por otra parte los griegos homenajeaban a sus dioses a través de la realización de fiestas como Las Panateneas, en honor a Atenea o Las Grandes Dionisiacas en honor a Dioniso.

Junto a esto también se organizaban acontecimientos deportivo-festivos, de carácter panhelénico y dedicados a los dioses como los Juegos Olímpicos, los Juegos Píticos, los Juegos Ístmicos y los Juegos Nemeos.

Finalmente cabe destacar que los griegos establecieron el hogar de los dioses en la cima más alta de su país, en el monte Olimpo, situado entre Tesalia y Macedonia. Creían que en él los principales dioses, los dioses olímpicos, habitaban en inmensas mansiones de cristal.

Por último no podemos dejar pasar la oportunidad de reivindicar, a través de un emotivo vídeo.

la devolución de todo lo expoliado  a su lugar de origen.